Por Christopher Masterjohn
Traducido por Verónica Belli
Cómo las grasas animales densas en nutrientes promueven la salud emocional y mental
Junto con el desarrollo completo del rostro y la inmunidad a las enfermedades degenerativas, Weston Price observó, en sus estudios de grupos humanos exitosos bajo dietas tradicionales, que ellos tenían en todos los casos una tendencia natural al buen ánimo. Price enfatizó por encima de todo la importancia de las vitaminas liposolubles para prevenir y revertir el decaimiento dental y para el completo desarrollo óseo. La ciencia moderna ahora ha esclarecido el rol de las grasas animales densas en nutrientes para prevenir las enfermedades del sistema nervioso y contribuir con el comportamiento ecuánime y enfocado que es necesario para confrontar los retos del día a día hacia una vida feliz, satisfactoria y exitosa.
Los trastornos psiquiátricos clínicos diagnosticados afligen a casi la mitad de los estadounidenses en algún momento de sus vidas1. La depresión y la ansiedad a menudo ocurren juntas y también a menudo ocurren en conjunto con otras dolencias físicas como el síndrome del colon irritable2 y el asma3. El establecimiento de la depresión, la ansiedad, y los desórdenes de control de impulsos y el abuso de sustancias son el doble en las personas nacidas luego de 1945, y la proporción de estadounidenses que sufren tres o más desórdenes clasificados como “mentales” se ha triplicado–como mínimo–en las generaciones posteriores a la segunda Guerra Mundial.1
Una penosa situación
Desde los años 1980s los estadounidenses se han vuelto mucho menos orientados al futuro, acumulando deudas en vez de ahorrar dinero. Los ahorros personales han disminuido del 8-12% que era antes a casi cero e incluso a una cifra negativa tanto en 2001 como en 2005–las primeras veces desde La Gran Depresión.4 La proporción entre la deuda de las personas y los ingresos (descontando los impuestos) se ha duplicado de alrededor de 60% a inicios de los años 80s a su actual valor de 120 por ciento5. Serían necesarios 240 años para que un estadounidense promedio pueda pagar su deuda con la cantidad de dinero que ahorra en la actualidad.6
Esta penosa situación del financiamiento del inmueble refleja una situación incluso peor sobre las finanzas públicas. La deuda nacional recientemente ha aumentado a casi diez trillones de dólares, e incluso, desde septiembre de 2007, está incrementando en casi cuatro mil millones de dólares al día.7 De hecho, el Reloj Nacional de la Deuda en Times Square ha estado llevando la cuenta de la deuda nacional sólo desde 1989 pero ya se ha quedado sin dígitos–en Setiembre de 2008 el símbolo de dólar tuvo que ser removido para hacer espacio para la nueva cifra.8
El éxito personal depende de nuestra capacidad de enfrentar los retos con un comportamiento centrado en vez de que huyamos de los retos en contra de nosotros mismos, y de que podamos mantener una visión a futuro. Así, en lugar de gastar todos los frutos de nuestro esfuerzo en el presente vamos a construir algo más grande para más adelante. Asimismo las sociedades construyen riqueza como un colectivo cuando sus miembros se abstienen de consumir una porción de los recursos disponibles en el presente para que dichos recursos puedan ser invertidos para el futuro. Esto va desde la primera semilla que un granjero planta anticipándose a la cosecha y la primera ternera que es criada hasta la madurez pensando en aprovechar la leche, el queso y la mantequilla que producirá, y se extiende hasta aquella familia que ahorra el 10% de sus ingresos para eventualmente comprar una casa, y el emprendedor que convierte recursos naturales y conocimiento en máquinas industriales.
Como una nación–y cada vez más a nivel global–hemos perdido de vista estos principios. Aún peor, han sido sistemáticamente minados por el gobierno y las corporaciones políticamente correctas por casi un siglo. A medida que nuestro gobierno crea nuevo dinero para pagar por la deuda estatal o para cubrir la fianza de corporaciones irresponsables, la inflación se establece y el valor de los ahorros disminuye. Luego de impuestos e inflación, las inversiones de capital que de otra manera ganarían un diez por ciento de retorno sólo ganan 1.5 por ciento, mientras los depósitos en las cuentas de ahorro bancarias continuamente van perdiendo alrededor de un 2% anual.6 La riqueza puede ser transferida de un grupo de personas a otro a través de los impuestos y la inflación cuando una nación no logra ahorrar e invertir, pero no puede ser creada.
Existen personas dentro del gobierno perfectamente enteradas de que el fluoruro es un psicoactivo al menos desde 1944, precisamente la época en que empezó el interés por fluoridar el agua de consumo público.9 Desde entonces, muchas drogas potencialmente psicoactivas y aditivos alimenticios han sido puestos en el mercado, y ninguna ha recibido una campaña promocionada con tanto apoyo del gobierno como las estatinas, usadas equivocadamente para disminuir el colesterol, las cuales producen episodios de amnesia pasajera en los peores casos10 y pequeñas afecciones en el funcionamiento cognitivo para el usuario adulto promedio,11 y cuyos efectos en las finanzas personales o la vida social y familiar no han sido estudiados y reportados, así como sus efectos en los niños, entre quienes ahora se promociona su uso.
Como será demostrado en el presente artículo, las grasas animales ricas en nutrientes son muy importantes para que nuestro sistema nervioso logre sostener una tendencia a la salud psicológica y emocional. Así, la tan promocionada campaña para reemplazar la carne y los huevos con soya y granos refinados, y para reemplazar las grasas animales tradicionales con aceites de maíz, soya y canola, ha sido un factor determinante en la continua aniquilación de la salud de todos.
La parte positiva
En todos los estratos sociales ha disminuido la visión a futuro mientras que la impulsividad continúa incrementando. Cada vez más niños se meten en líos en el colegio, más gente pobre va a la cárcel y más gente rica se hace de financiamientos de miles de millones de dólares del gobierno. Las familias que tercamente–o heroicamente–mantengan la modalidad del trabajo ético y el ahorro serán castigadas por la inflación, mientras que los bancos que prestan un dinero que ni siquiera tienen a inversionistas insensatos serán recompensados con más dinero que se sostiene del aire. A pesar de que este escenario pueda sonar como una receta para el desastre, la verdad es que mientras las personas en las grandes ligas monetarias están ahí “arriba” festejando con el dinero público, está sucediendo que cada uno de nosotros en el movimiento de la comida de verdad estamos reconstruyendo la sociedad desde la base.
A medida que las comunidades se conecten cada vez más con sus productores locales, van a recuperar los principios básicos de la generación local de riqueza que todo productor en su granja anhela. A medida que enseñamos a las personas a invertir parte de su tiempo en una alimentación saludable el día de hoy para vivir en salud vibrante por décadas, les estamos enseñando a tener una visión orientada al futuro. La enseñanza de vivir orientados al futuro nos llega con regularidad cada vez que sentimos la delicia y satisfacción de un nutritivo caldo de huesos que ha cocido por toda la noche y lo comparamos con una sopa sacada de una lata, o cada vez que comprobamos cómo semanas de fermentación pueden hacer tanta diferencia en el sabor y aroma de un chucrut hecho en casa.
Al mismo tiempo, las dietas tradicionales que nosotros fomentamos proveen los nutrientes solubles en grasas que son necesarios para mantenernos lejos de la depresión y la ansiedad, y con la motivación necesaria para sostener a través del tiempo todos nuestros esfuerzos orientados al cumplimiento de nuestras metas.
Las vitaminas liposolubles
Las vitaminas A, D, E y K son las cuatro vitaminas tradicionalmente reconocidas como solubles en grasa (liposolubles) que debemos consumir. Asimismo sabemos que es necesario consumir pequeñas cantidades de los llamados ácidos grasos esenciales, el ácido araquidónico y el DHA. Y si bien todos estos son nutrientes importantes para el sistema nervioso, en este artículo discutiré específicamente cómo el ácido araquidónico coopera con las vitaminas A y D para promover la salud del sistema nervioso al regular la hormona adrenal cortisol y el neurotransmisor dopamina a través de los poderosos reguladores del sistema nervioso central conocidos como endocannabinoides (ver Figura 1).
El ácido araquidónico es un ácido graso omega-6 de 20 carbonos encontrado principalmente en los huevos y el hígado, y en cantidades más pequeñas en todas las demás grasas animales incluyendo la grasa de la mantequilla. Es generalmente considerada una “mala grasa” debido a que ciertas enzimas–que son estrictamente reguladas–pueden convertirla en compuestos inflamatorios, pero no deja de ser necesaria para un cabello y piel saludables, para la ovulación, y por tanto para la fertilidad.12 Investigadores de la Escuela Harvard de Salud Pública siguieron la alimentación de casi 20 000 mujeres por casi ocho años y encontraron que mientras más grasosos eran los lácteos que comían, habían menos probabilidades de que tengan problemas de ovulación e infertilidad.13 Esta información sugiere que muchas personas en la población general pueden no estar obteniendo las cantidades adecuadas de ácido araquidónico.
Mientras que todos podemos obtener ácido araquidónico previamente formado de las grasas animales, los adultos saludables también pueden sintetizar cantidades pequeñas a partir del ácido graso omega-6 linoleico, presente tanto en aceites vegetales como en grasas animales. Sin embargo, la vitamina A sigue siendo necesaria para dicha conversión (ver Figura 2) y, como veremos, es también necesaria para que la señalización de la dopamina sea completa y directa. La vitamina A está presente en grandes cantidades en el hígado y en el aceite de hígado de bacalao, y en pequeñas cantidades en los huevos y en la grasa de la mantequilla. Los adultos saludables pueden convertir los beta-carotenos y otros carotenoides presentes en frutas y vegetales a vitamina A, pero esta conversión es por lo general muy ineficiente. La mitad de estadounidenses consumen cantidades menores que la dosis recomendada de vitamina A14 y alrededor de un cuarto de estadounidenses consumen menos de la mitad de dicha cantidad15.
La vitamina D interactúa directamente con la vitamina A en muchos contextos y es crítica para mantener los niveles adecuados de calcio en los tejidos y en la sangre. El calcio es un regulador central del metabolismo del ácido araquidónico en prácticamente todo tipo de célula, haciendo a la vitamina D esencial para el manejo adecuado de este nutriente. La vitamina D está presente en grandes cantidades en los peces altos en grasa y en el aceite de hígado de bacalao y en pequeñas cantidades en las grasas de animales crecidos en pasto. También obtenemos vitamina D al exponernos a la luz del sol en el rango ultravioleta-B, que en la mayoría de latitudes está disponible sólo durante los meses de verano. Aproximadamente la mitad de Estadounidenses y alrededor del 80 por ciento de Afroamericanos tienen niveles sanguíneos de vitamina D por debajo de los niveles necesarios para maximizar la absorción de calcio.16
Los endocannabinoides
El ácido araquidónico es el precursor directo de los endocannabinoides, compuestos que el cuerpo naturalmente fabrica para activar los receptores cannábicos. Estos compuestos y sus receptores reciben su nombre por la Cannabis sativa, también conocida como marihuana. El componente activo de la marihuana, el THC, activa los mismos receptores, sin embargo, cuando es empleado artificialmente en grandes dosis como agente farmacológico, el THC tiene muchos efectos indeseables. Este no es el caso con los activadores naturales derivados del ácido araquidónico.
Una célula cerebral sólo convertirá el ácido araquidónico en endocannabinoides como respuesta a una rápida afluencia de calcio a la célula.17 Dicha afluencia es rigurosamente controlada: la célula deliberadamente mantiene la concentración externa de calcio diez veces más alta que la concentración interna; sólo cuando otra señal química se lo indica es que la célula abre paso a la entrada de calcio.18 Obviamente, si el calcio no está presente, ya sea por deficiencia de calcio o de vitamina D, no habrá afluencia de calcio a la célula para iniciar la conversión de ácido araquidónico en endocannabinoides. Tanto el calcio como la vitamina D deberán obtenerse a través de la dieta. La vitamina D es necesaria para absorber este mineral esencial y que pueda ser transportado a través de la sangre hasta el cerebro. Incluso es posible que las células del cerebro usen la vitamina D directamente como señal química de apertura de los canales de entrada de calcio debido a que muchas células de otros tipos así lo hacen.19
Los endocannabinoides regulan la respuesta adrenal al estrés. Esta respuesta es mediada principalmente por la hormona cortisol, responsable de nuestras reacciones dentro de la denominada modalidad “luchar o escapar”, de la cual hablaremos más adelante. Los endocannabinoides también regulan la producción de dopamina en el cerebro, una molécula que nos ayuda a sostener la motivación necesaria para continuar los esfuerzos necesarios para cumplir nuestras metas a través del tiempo. Los endocannabinoides, dado que frenan la producción excesiva de cortisol y sostienen la producción adecuada de dopamina, evitan la excesiva tensión, ansiedad, agotamiento y sensaciones de abatimiento. Así podemos confrontar los retos del día a día con la actitud necesaria para superarlos.
Cortisol: “luchar o escapar”
A menudo oímos que no es el estrés por sí mismo lo que es dañino, sino nuestra reacción al estrés. Si confrontamos nuestros retos y logramos superarlos estaremos promoviendo un camino dentro del éxito, pero si les tememos y optamos por huir, y nos angustiamos constantemente por su existencia, nos derrumbaremos física y emocionalmente.
Una de las reacciones potenciales al estrés es la respuesta de “lucha-o-escape”, una modalidad de respuesta en caso de amenazas, que eleva el azúcar en la sangre, incremente la tensión y fuerza muscular, y nos prepara para las reacciones extremas necesarias para defender nuestras vidas cuando nuestra supervivencia se ve amenazada. Esta reacción es necesaria en ciertas situaciones pero necesitamos poder regulada. Si reaccionamos al más mínimo estrés en nuestra vida diaria bajo la modalidad de “lucha-o-escape”, estaremos constantemente ansiosos y eventualmente agotados, y eventualmente desarrollaremos una condición severa.
La respuesta de “lucha-o-escape” está controlada por el hipotálamo, una porción del cerebro similar a una glándula y del tamaño de una almendra que se comunica con la glándula maestra, la pituitaria. El hipotálamo segrega la hormona liberadora de corticotropina (CRH, por sus siglas en inglés), y esta indica a la glándula pituitaria que libere su propia señalización a la sangre para llevar el mensaje a la glándula adrenal de que debe elevar su producción de cortisol. Este sistema se denomina el eje hipotálamo-pituitaria-adrenal o HPA (por sus siglas en inglés).20
Mucha evidencia sugiere que la regulación del hipotálamo a la modalidad “lucha o escape” se ve afectada en estados de ansiedad y depresión. Ratones modificados genéticamente para producir mucha CRH o que son inyectados con CRH exhiben comportamientos característicos de ambas enfermedades. Los adultos con depresión y aquellos que han experimentado experiencias traumáticas a temprana edad, tienen niveles elevados de CRH en sus líquidos cefalorraquídeos (cerebroespinales). Esto es generalmente regulado con un tratamiento farmacológico. La eficacia de un fármaco que actúa antagonizando la CRH para reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad fue comprobada en un ensayo controlado con placebo. Sin embargo también se probó la toxicidad del fármaco para el hígado.20
Los endocannabinoides derivados del ácido araquidónico son reguladores fundamentales del eje HPA. Cuando los investigadores detienen a las ratas por treinta minutos, sus niveles en sangre de corticosterona–el equivalente del cortisol en los humanos–aumentan en siete veces. Sin embargo, cuando se les suministra un fármaco que eleva su nivel natural de endocannabinoides en el cerebro, la corticosterona sólo se eleva entre dos y tres veces al hacer lo mismo.21 Es difícil asegurar si es bueno o malo suprimir la respuesta de “lucha o escape” dado que no sabemos cuáles son los niveles ideales de las hormonas adrenales en cada caso particular de exposición al estrés. Sería más informativo observar cómo un fármaco afecta el comportamiento.
En el “elevated zero maze” (ver Figura 3), las ratas fueron liberadas dentro dándoseles la oportunidad de permanecer en los espacios cerrados o explorar los espacios abiertos. Esta prueba evalúa el conflicto interno que una rata experimenta entre su miedo a los predadores y su deseo de explorar su ambiente. Mientras mayor es su nivel de ansiedad, mayor es la tendencia a huir de sus miedos y permanecer en el espacio cerrado; y mientras menor es su nivel de ansiedad, mayor es la tendencia a confrontar sus miedos y salir a explorar los espacios abiertos. Las ratas con una dieta común de laboratorio pasarán sólo el veinte por ciento del tiempo en espacios abiertos, pero las ratas bajo el efecto de un fármaco que eleva el nivel natural de endocannabinoides, pasarán más de cuarenta o sesenta por ciento del tiempo en espacios abiertos.22 Este descubrimiento sugiere que al elevar los niveles de endocannabinoides en el cerebro más allá de aquellos generados bajo una dieta “normal”, se fomenta un comportamiento menos dominado por la ansiedad y más productivo, al menos en ratas.
Dopamina: mantenernos enfocados en nuestras metas
Los endocannabinoides no sólo regulan el eje HPA; también regulan la producción de dopamina en el cerebro. En ratas, las concentraciones de dopamina normalmente incrementan en respuesta a experiencias placenteras; sin embargo dicho incremento puede ser abolido por completo al suministrar a las ratas un fármaco que bloquea el receptor de cannabinoides.23
La dopamina ha sido tradicionalmente vista como un “estímulo al premio”. Si se requiere que las ratas trabajen para obtener una comida muy sabrosa, ellas cesan de hacer el trabajo cuando los investigadores anulan su dopamina, ya sea con una cirugía o con fármacos. De este descubrimiento los investigadores concluyeron inicialmente que, en ausencia de dopamina, la comida como premio ya no era atractiva. Sin embargo se ha logrado mucha evidencia en las dos últimas décadas que refuta el entendimiento simplista de la dopamina como una molécula que funciona buscando una recompensa y muestra en cambio que la dopamina provee la motivación para sostener en el tiempo el comportamiento y el esfuerzo necesarios para lograr nuestra metas. Cuando los niveles de dopamina caen, los animales se vuelven menos enfocados en el futuro y más orientados a lo momentáneo, estando dispuestos a hacer sólo aquello que les dé una recompensa inmediata.24
Uno de los experimentos más comúnmente usados en esta línea de investigación es llamado el procedimiento de la elección más concurrente. En él, las ratas tienen la opción de elegir entre una comida regular que pueden obtener libremente y una comida de la que gustan mucho; esta última se puede obtener sólo si presionan una palanca. Cuando las ratas han sido despojadas de dopamina eligen la comida que más les gusta cuando no hay que hacer el esfuerzo de presionar una palanca, es decir que en ausencia de dopamina continúan encontrando placer en determinada comida más que en otra. Si el trabajo requerido es poco–por ejemplo, si la rata sólo debe presionar la palanca una o cuatro veces para obtener un pedazo de su comida favorita–entonces las ratas sin dopamina eligen presionar la palanca al igual que las ratas normales. Incluso si se va añadiendo peso a la palanca de manera que las ratas tengan que hacer más y más esfuerzo físico, las ratas sin dopamina lo harán tal y como las demás. Es sólo cuando las ratas deben hacer un trabajo que requiere dedicación por un tiempo más prolongado antes de obtener su recompensa que las ratas sin dopamina se comportan diferente, en estos casos ellas no son capaces de continuar haciendo el trabajo el tiempo que se requiere .24
La demostración más clara de este descubrimiento fue un experimento publicado en 2001 en el que las ratas eran recompensadas con un trozo de su comida favorita por cada 50 veces que presionaban la palanca, bajo distintas modelos. Las ratas normales estaban dispuestas a hacer tanto trabajo por recibir un trozo luego de haber presionado 50 veces la palanca como por recibir seis trozos de comida luego de haber presionado 300 veces la palanca. Sin embargo, las ratas sin dopamina empezaron a trabajar mucho menos para recibir dos trozos luego de cada 100 presiones de palanca y prácticamente abandonaron todo trabajo cuando la opción era recibir 4 trozos de comida por cada 200 presiones de palanca.24 Este experimento dejó demostrado que la dopamina es un regulador clave del comportamiento enfocado en el futuro y la disposición a mantener esfuerzos sostenidos en el tiempo hacia una meta que será alcanzada en algún punto en el futuro.
Los endocannabinoides entonces no sólo previenen la ansiedad y la pronta sensación de autoderrota que nos hacen huir de los retos en vez de confrontarlos, sino que también nos ayuda a mantener los esfuerzos necesarios para el éxito personal y financiero con firmeza. Así lograremos una sociedad próspera.
La vitamina A: ¿Amiga o enemiga?
La vitamina A sostiene la producción de ácido araquidónico (ver la Figura 2) así como el sistema de la dopamina, dado que estimula directamente la producción de receptores de dopamina y al menos tres otras proteínas involucradas en llevar a cabo la respuesta celular a la dopamina.25 Los investigadores no han examinado la relación entre el estado de la vitamina A y la depresión, sin embargo las dolencias físicas que suelen acompañar a la depresión están asociadas con la deficiencia de vitamina A. Por ejemplo, la incidencia y severidad de la enfermedad de Chron’s y la colitis ulcerosa, las dos formas más comunes de enfermedades inflamatorias del intestino, y la incidencia y severidad del asma en los niños, están todas asociadas con niveles deficientes de vitamina A en la sangre.26-28 Esto llevaría a muchas personas a sugerir que la vitamina A puede estar envuelta en la prevención de la depresión o la ansiedad. La nueva revisión de literatura, sin embargo, sugiere precisamente lo opuesto–que la vitamina A causa depresión.25,29
Un informe incluso dio a conocer que la acción de la vitamina A en el mecanismo de la dopamina es “lo opuesto a lo que se esperaría para un agente que promueve la depresión.” Al contrario de sugerir que la vitamina A ayuda a prevenir la depresión, los autores sugirieron que la vitamina A puede promover la señalización de dopamina tan exacerbadamente que esto llevaría al agotamiento de dopamina.25
Las revisiones que presentan la hipótesis de que la vitamina A causa depresión se sostienen de dos líneas de evidencia: 1) el fármaco Accutane, relacionada a la vitamina A, ha sido asociada con la depresión y el suicidio; y 2) las declaraciones hechas por investigadores de que la ingesta de vitamina A de los Inuit del Ártico causa el fenómeno conocido como histeria ártica.
El Accutane no es vitamina A. El cuerpo lo maneja de manera diferente que a la vitamina A (ver Figura 4) y hay mucha evidencia que demuestra que se comporta como un compuesto anti-vitamina A que puede agraviar la deficiencia de vitamina A. En ratones recién nacidos tratados con dexametasona, una droga que induce cambios en los tejidos pulmonares que aparecen como enfisemas, la vitamina A natural ayuda a tratar el desorden, mientras que el ingrediente activo del Accutane suele no tener efecto e incluso puede agravarlo.30 En un niño con fibrosis cística el Accutane generó ceguera nocturna, una manifestación típica de deficiencia de vitamina A, y la suplementación con vitamina A revirtió el problema.31 En ratas, el ingrediente activo de esta droga se acumula en los ojos e interfiere con el reciclaje de vitamina A; las ratas que toman Accutane en altas dosis tardaron cincuenta veces más en recuperarse de la exposición a la luz intensa que las ratas que no tomaron nunca el medicamento.32
Un médico publicó una carta en meses pasados de este año reportando que dos pacientes desarrollaron depresión bajo el efecto del Accutane; los médicos les retiraron el fármaco y los suplementaron con 10-12000 IU de vitamina A por entre 7 y 10 días, entonces la depresión se esfumó y los pacientes volvieron a usar el fármaco sin que la depresión regrese.33 Toda la evidencia sugiere fuertemente que la deficiencia de vitamina A contribuye con la depresión y que el Accutane está asociado con la depresión porque interfiere con el metabolismo de la vitamina A.
Irónicamente, debemos examinar la siguiente crítica en contra de la vitamina A para entender la conexión de la vitamina D con la depresión.
Vitamina D y la histeria ártica
Informes recientes hacen referencia a un estudio de 1985 que señala que la alta ingesta de vitamina A entre los Inuit del Ártico era responsable de un fenómeno de histeria que llamaron pibloktoq.34 Este desorden envuelve varios días de irritabilidad o de alejamiento, una excitación repentina en donde la víctima huye del campamento y se entrega a un comportamiento peligroso e irracional, tiene convulsiones, un periodo de coma de 12 horas o de un sueño paralizado, y luego vuelve a la normalidad. El autor brinda las siguientes líneas como evidencia de un nexo con la supuesta toxicidad de la vitamina A: los Inuit consideran el hígado del oso polar, que es la fuente más rica de vitamina A, como tóxico; los exploradores que comen el hígado del oso polar sin necesidad experimentan irritabilidad, dolores de cabeza, somnolencia y nauseas a las pocas horas de consumirlo; y reportes de caso de la toxicidad de la vitamina A incluyen irritabilidad, mareos, visión doble y anorexia.
Dentro del estudio, el mismo autor menciona numerosos hechos que hacen que esta sea una hipótesis dudosa. Los síntomas específicos de pibloktoq están limitados al Ártico y Antártico y tienden a ocurrir en el final del invierno o el inicio de la primavera. No hay explicaciones convincentes de por qué la toxicidad de la vitamina A recaería sólo en estos rangos de espacio y tiempo. Los Inuit consideran al hígado de oso polar como seguro siempre que se remueva la membrana, y consideran al hígado de la foca seguro en cualquier cantidad– y este contiene la mitad de vitamina A que el hígado de oso polar. Si la vitamina A fuera el componente tóxico del hígado de oso polar entonces la prohibición cultural de no comer la membrana no tendría razón de ser. Finalmente, la toxicidad de la vitamina A generalmente se presenta por altas ingestas constantes a lo largo del tiempo y usualmente de fuentes químicamente alteradas que se consumen como suplementos artificiales, mientras que los episodios de histeria encontrados entre los Inuit son agudos y esporádicos.
En 1972, otro autor ofreció una hipótesis mucho mejor que ataba los episodios de histeria a la tetania hipocalcémica, un desorden de contracciones musculares involuntarias acompañadas por severas deficiencias de calcio y vitamina D.35 Las contracciones musculares ocurren porque los nervios periféricos no pueden regular sus impulsos en ausencia de calcio. El desorden está a menudo acompañado de “desorganización cognitiva y emocional” y convulsiones, probablemente el resultado de la ausencia de calcio en el sistema nervioso central. Como en el pibloktoq, los episodios son agudos y esporádicos.
Las poblaciones que habitan áreas del Ártico donde la pesca está limitada o donde el clima no es propicio para secar peces–la principal fuente de vitamina D y calcio en la dieta Inuit–tienen tasas más altas de tetania en infantes y calambres musculares en adultos, un síntoma relacionado. En contraste, el raquitismo, una enfermedad a los huesos, es extremada rara, sugiriendo que en el ambiente físicamente demandante del Ártico, los Inuit se han adaptado dándole prioridad al desarrollo óseo antes que al sistema nervioso. Los Inuit han heredado numerosas adaptaciones culturales centradas en dar suficiente calcio y vitamina D a los miembros de sus grupos, en especial a las mujeres gestantes y dando de lactar, reforzando la idea de que la vitamina D y el calcio–periódicamente escasos en estas poblaciones–son factores básicos para la buena salud.
Si investigáramos los mecanismos por los cuales la vitamina D puede estar envuelta en esta enfermedad, deberíamos primero saber cuál es su función principal: mantener los niveles de calcio. Una explicación convincente de cómo la vitamina D puede prevenir las convulsiones asociadas con la tetania hipocalcémica y el pibloktoq es que la vitamina D asegura el suministro necesario para la producción de endocannabinoides. El derivado de marihuana hashish ha sido usado al menos desde el siglo quince para trata la epilepsia. La investigación más reciente ha demostrado que los endocannabinoides, nombrados a partir de la marihuana, son inhibidores poderosos de la toxicidad del glutamato y de otras excitocinas que promueven las convulsiones. Elevar los niveles de endocannabinoides en el cerebro ha ayudado a prevenir las convulsiones en inducciones experimentales, mientras que agotarlos o antagonizarlos ha demostrado disminuir la cantidad de sustancias necesarias para inducir convulsiones.36
La producción de endocannabinoides a partir del ácido araquidónico depende fundamentalmente del suministro de calcio, dado que es la entrada de calcio a la célula la que activa las enzimas responsables de esta conversión.17 Se requiere, como mínimo, una cantidad de vitamina D suficiente para que dicha entrada de calcio hasta la célula ocurra. Dado que algunas células usan la vitamina D como una señal que apertura los canales de calcio y permite su rápido ingreso,19 es posible que las células cerebrales también requieran vitamina D para la producción de endocannabinoides.
La búsqueda de la felicidad
Esta información en conjunto sugiere que las grasas animales densas en nutrientes y ricas en vitamina A, ácido araquidónico y vitamina D, no sólo previenen que caigamos en las denominadas “enfermedades mentales” como la depresión y la ansiedad, sino que nos ayudan a confrontar los retos diarios con firmeza y con una visión orientada al cumplimiento de nuestras metas a futuro. Si bien hay muchos otros factores que influencian la salud mental—cognitivo, social, espiritual—hay un elemento fisiológico de la salud mental que no puede ser ignorado. Un retorno a la comida natural y densa en nutrientes, y a los métodos tradicionales de producción y preservación de alimentos, nos ayudará a restaurar y sostener una cultura dispuesta a apostar por su futuro.
Figura 1: El ácido araquidónico coopera con las vitaminas A y D para regular el estrés a través de la dopamina y el cortisol
El ácido araquidónico va convirtiéndose en endocannabinoides según sea necesario. Los endocannabinoides son moléculas reguladoras clave dentro del sistema nervioso central. Ellos promueven la producción de dopamina en las dosis necesarias al mismo tiempo que frenan la producción excesiva de cortisol. Al hacerlo, ayudan a prevenir la ansiedad y la depresión mientras promueven la motivación necesaria para sostener esfuerzos a lo largo del tiempo, necesarios si se tiene una visión orientada al cumplimiento de metas futuras. El ácido araquidónico puede ser directamente proporcionado en la dieta a través de las grasas animales o puede producirse a partir del ácido linoleico encontrado en grasas animales y aceites de plantas. La vitamina A ayuda al cuerpo a sintetizar el ácido araquidónico del ácido linoleico y ayuda al cuerpo a sintetizar los receptores y otras proteínas que llevan a cabo la respuesta celular a la dopamina. La vitamina D ayuda a mantener el nivel de calcio necesario para señalizar la conversión del ácido araquidónico en endocannabinoides y puede que esté directamente envuelta en dicha señalización.
Figura 2. La vitamina A es necesaria para la conversión de ácido linoleico en ácido araquidónico
A pesar de que el ácido araquidónico puede ser proporcionado directamente a través de la dieta, el cuerpo también puede sinterizarlo a través del ácido linoleico. La vitamina A estimula directamente la producción de la enzima delta-5 desaturasa y, sabemos, por información sin publicar generada por nuestro laboratorio en la Universidad de Connecticut, que estimula la producción de la delta-6 desaturasa, al menos de manera indirecta. Estas enzimas también requieren vitamina B6 y biotina.
Figura 3. El laberinto de elevación cero
El laberinto cero de elevación recibe su nombre porque tiene forma de cero (un círculo abierto) y está elevado del suelo. Las ratas tienen que decidir entre pasar el tiempo en los espacios abiertos o cerrados, por tanto deben lidiar con el conflicto interno entre su miedo a los predadores y su deseo de explorar su ambiente. Mientras mayor tiempo pasen en los espacios abiertos sus niveles de ansiedad resultan menores.
Figura 4: 13-Cis-RA Enters Nucleus Unregulated
Fuente: Ruhl and others. Embryonic subcellular distribution of 13-cis and all-trans-retinoic acid indicates differential cytosolic/nuclear localization. Toxicol Sci. 2001;63(1):82-9.
ANEXOS
ANEXO 1. La imagen completa: los endocannabinoides, las hormonas adrenales y la hormona tiroidea
Se presentaron muchas conferencias en la reunión anual Wise Traditions (Sabias Tradiciones), de la Fundación Weston A. Price, cubriendo las interacciones entre las hormonas endocrinas y su relación con las enfermedades. En la conferencia que presenté, y en la que se basa este artículo, discuto la habilidad de los endocannabinoides derivados del ácido araquidónico, con ayuda de las vitaminas A y D, de prevenir la producción excesiva de cortisol y su capacidad de proteger a las células cerebrales de la toxicidad del glutamato. Jack Samuels, desde el otro lado, discutió la habilidad del MSG, una forma de glutamato, de incrementar la producción de cortisol.
En cuanto al iodine, Janet Lang discutió los efectos de la producción excesiva de cortisol en el balance hormonal de la tiroides. Dado que el cortisol lleva al cuerpo a un estado catabólico en el que rompe tejidos, el cuerpo reacciona disminuyendo la producción de la hormona tiroidea; esto sucede para enlentecer el metabolismo y así prevenir el rompimiento excesivo de tejidos importantes. El colesterol es usado en la producción de cortisol así como en la producción de hormonas sexuales, por tanto la producción excesiva de cortisol está “robando” el colesterol necesario para la producción de hormonas sexuales.
David Brownstein discutió la importancia de la hormona tiroidea en la prevención de las enfermedades cardíacas. En estudios de conejos alimentados de colesterol, dosis masivas de colesterol produjeron aterosclerosis, sin embargo esto no pasaba si el colesterol era suministrado al mismo tiempo que el iodine y la hormona tiroidea.
En mi artículo “Colesterol y las enfermedades cardíacas: mito o verdad?” en cholesterol-and-health.com, cubro la importancia de la hormona tiroidea en el funcionamiento del receptor de LDL. En presencia de la hormona tiroidea en cantidades adecuadas, el receptor LDL es capaz de llevar el LDL cargado de colesterol dentro de tejidos como los del hígado para que sea reciclado, los de las glándulas suprarrenales para la producción de cortisol, o los de testículos y ovarios para la producción de hormonas sexuales. Cuando el LDL pasa mucho tiempo en la sangre sin llevar el colesterol y las vitaminas liposolubles que contiene dentro de dichos tejidos, los ácidos grasos poliinsaturados en su membrana se oxidan y desencadena el proceso inflamatorio de la aterosclerosis en la pared arterial.
En las conferencias quedó demostrada la importancia de la interrelación entre las hormonas endocrinas y las vitaminas, minerales y los alimentos enteros para balancear y estabilizar el sistema completo. Podemos fomentar el correcto funcionamiento de nuestro sistema endocrino y asegurarnos de que nuestro colesterol y nuestros nutrientes liposolubles sean usados para cumplir las funciones vitales que sostienen nuestra salud, en vez de dejarlos a expensas de la degeneración oxidativa que caracteriza las dietas modernas pobres en nutrientes y altas en toxinas. Para esto tendremos que evitar el glutamato y otras excitotoxinas, ingerir las cantidades adecuadas de ácido araquidónico y de vitaminas liposolubles para la producción de endocannabinoides, evitar el fluoruro y el bromo, e ingerir las cantidades adecuadas de iodine para la correcta función de la tiroides.
ANEXO 2. La dopamina, las preferencias de tiempos y la burbuja dentro de una casa
El sistema hormonal del cuerpo tiene un mecanismo de autorregulación llamado homeostasis. Dado que la homeostasis es el producto complejo de muchos sistemas que interactúan entre sí, tratar de controlar un componente específico del sistema con un fármaco a menudo funciona por un tiempo, pero eventualmente deja de funcionar, e incluso produce efectos adversos debido a que no aborda el déficit de nutrientes y/o el factor de toxicidad que está alterando la homeostasis.
Las sociedades están también envueltas en la homeostasis. Economistas de la escuela austríaca denominan “preferencia por tiempo” al fenómeno regulado por la dopamina que decide entre una orientación al futuro o una orientación al presente y lo consideran uno de los reguladores claves de la homeostasis de la sociedad al momento de distribuir sus recursos. Una alta preferencia por tiempo significa que uno está orientado en el presente, mientras que una baja preferencia por tiempo significa que uno está orientado en el futuro. El agotamiento de dopamina en las ratas incrementa la preferencia por tiempo.
Cuando las personas se vuelven más orientadas en el futuro y su preferencia por tiempo disminuye, tienden a conservar una mayor proporción de sus ingresos monetarios. Cuando depositan aquella cantidad en una cuenta de ahorros, entonces hay más dinero disponible para préstamos y la tasa de interés (el precio que hay que pagar por los préstamos) disminuye. Entonces existe la posibilidad de tomar grandes préstamos, aquellos requeridos para la producción a largo plazo de bienes muy valiosos, como casas. Dado que las personas ahorran más dinero cuando se están preparando para comprar una casa, las tasas de interés actúan como un factor homeostático que comunica a los inversores la reducción en la preferencia por tiempo y el incremento de la orientación a futuro de las personas. Los inversores entonces toman grandes préstamos para construir casas esperando que las personas usen su dinero ahorrado en comprarlas una vez que hayan sido construidas.
Sin embargo, nuestro sistema monetario no permite que esta regulación homeostática ocurra. Cuando el gobierno crea dinero digital del aire, el suministro de dinero incrementa y la tasa de interés disminuye sin que alguien haya ahorrado un centavo. Los inversores continúan sacando grandes préstamos para construir casas pero los tan esperados compradores nunca disminuyen su preferencia por tiempo, nunca incrementan su orientación a futuro, nunca ahorraron su dinero y simplemente no podrán solventar la compra de las casas que están siendo construidas. Cuando los compradores y los vendedores finalmente se dan cuenta de esto, el boom de la construcción de casas se revela como una burbuja y la burbuja explota. Más “medicamentos” podrían ser añadidos para tratar los efectos laterales de la inflación monetaria–por ejemplo, se pueden ofrecer subsidios a las entidades hipotecarias patrocinadas por el gobierno que ofrecerán préstamos a personas que no pueden pagarlos–pero la sobremedicación de la sociedad tiene las mismas consecuencias desastrosas que la sobremedicación del cuerpo de una persona. La actual crisis financiera demuestra este hecho bastante claro.
El tratamiento natural para la sociedad es volver a tener una orientación a futuro y reducir la preferencia por tiempo, cultivando una cultura del ahorro responsable y de dietas que suministren las grasas densas en nutrientes que ayudan a producir las cantidades adecuadas de dopamina. La dopamina hace posible que sostengamos los esfuerzos necesarios para lograr nuestras metas futuras.
ANEXO 3. Alimentos que te hace sentir bien
Los alimentos que nos mantienen alejados de la depresión y nos permiten comprometernos en actividades orientadas al futuro, son los mismos alimentos que las culturas tradicionales consideraban esenciales para la buena salud. Son fuente de las vitaminas A y D, calcio y ácido araquidónico en abundancia.
- Aceite de hígado de bacalao (vitaminas A y D)
- Mantequilla de animales criados en pastos (ácido araquidónico, vitaminas A y D)
- Yemas de huevos de pollos criados en pastos (ácido araquidónico, vitaminas A y D)
- Grasas de animales criados en pastos (ácido araquidónico, vitaminas A y D)
- Órganos de animales criados en pastos (ácido araquidónico, vitaminas A y D)
- Caldos de huesos (calcio)
- Leche cruda entera de animales alimentados en pasto (calcio, ácido araquidónico, vitaminas A y D)
- Huevos de peces (vitaminas A y D)
- Peces pequeños enteros (calcio y vitaminas A y D)
- Mariscos (vitaminas A y D)
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Este artículo forma parte de la revista trimestral de la Fundación Weston A. Price Wise Traditions in Food, Farming and the Healing Arts, en la edición de Invierno de 2008.
Acerca de Christopher Masterjohn
Chris Masterjohn, PhD, contribuye frecuentemente con la revista Wise Traditions y es el creador de choleserol-and-health.com, página web dedicada a ensalzar las virtudes del colesterol y de los alimentos ricos en colesterol. Masterjohn es el autor de cinco publicaciones en revistas científicas de revisión por pares, es bachiller en Historia y tiene un doctorado en Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Connecticut. Actualmente trabaja como investigador asociado de la Universidad de Illinois donde estudia la interacción entre las vitaminas A, D y K. Los contenidos de esta publicación son resultado de su trabajo y no necesariamente representan la postura de la Universidad de Illinois.
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